Hay personas que les gusta mucho y casi siempre suelen darse una siesta después de comer, también hay personas que se sienten casi siempre o siempre cansadas por la noche, como también hay otras personas que no necesitan un despertador para levantarse, siempre se levantan puntualmente.
Después de comer, el ser humano es completamente diferente a como es de noche. Esto explica el vaivén del rendimiento cotidiano
Esta variación de la actividad física y mental impone también unos límites naturales a los seres humanos en la sociedad industrial moderna, ya que ni el organismo más sano puede funcionar con precisión cronométrica.
1. Ritmo circadiano – ritmo cardíaco
Gracias a la disciplina de la cronobiología hoy logramos darnos cuenta de que los momentos de tensión y de recuperación forman parte de un macrorritmo acompasado que dura unas 24 horas y domina nuestra actividad diaria. Este denominado ritmo circadiano o también ritmo diario funciona como un motor interno que tan pronto estimula al organismo como frena sus bríos, siendo asimismo responsable de que la capacidad de rendimiento no se acabe y se capitalicen siempre las fuerzas de la manera más conveniente.
La función de nuestro reloj biológico que marca ese ritmo la desempeña el núcleo supraquiamático del cerebelo (NSQ). Éste está bastante relacionado con el sistema nervioso simpático, el que activa las funciones orgánicas, entre esas funciones se encuentra la respiración, los latidos cardiacos y también las pulsaciones. Así mismo, el sistema simpático ayuda con la noradrenalina, ésta es una sustancia mensajera producida por las cápsulas suprarrenales y que actúa como vasoconstrictor principalmente, para así regular el sistema circulatorio según las necesidades de cada momento.
El nivel de noradrenalina varía según las fases del día. La mayor disposición se registra después de comer; desde la medianoche baja el nivel hormonal, y hasta el amanecer la sangre no vuelve a recibir nuevos aportes. Las variaciones día a día del nivel de noradrenalina contribuye, entre otras funciones, en el binomio rítmico sueño-vigilia, así como en la actividad psíquica y el metabolismo general.
2. El horario
El organismo humano se encuentra sometido al ritmo circadiano. Su rendimiento varía según las horas del día

Más o menos a las 11 de la mañana nuestro cuerpo alcanza el primer máximo del día en relación al rendimiento. el corazón y el cerebro humano trabajan a esta hora a plena marcha. Pero más o menos hacia las 13 o 14 horas, cuando ya ha pasado la mitad de nuestra jornada laboral, tiene un lugar la famosa caída del mediodía. Es verdad que cuando hemos almorzado nuestro cuerpo se encuentra bastante ocupado con sus tareas digestivas: la sangre acude con renovada fuerza a los órganos digestivos, dejando algo desatendido al cerebro. Nuestro rendimiento puede disminuir a estas horas por lo menos un 20%.
Después de que nuestro rendimiento se disminuya, no tarde en volver a subir nuestro rendimiento. El segundo momento máximo de rendimiento se produce hacia las 17 horas. Nuestro corazón bombea ahora más sangre a la circulación, a la vez que nuestro páncreas se encarga de regular la actividad digestiva.
Más o menos a las 19 horas, nuestro organismo se va orientando lentamente hacia el momento de descanso y de recuperación. En este momento la presión sanguínea disminuye, así como el número de pulsaciones, y la predisposición al estrés va perdiendo intensidad conforme disminuye el nivel de noradrelina.
[…] los huesos de la columna vertebral protegen la medula espinal, los huesos del pecho protegen el corazón y los pulmones. Así que imaginemos los seres humanos sin huesos, sería imposible la vida. La […]
La verdad no haye lo ke estaba buscando. :'(
¿Cuéntanos por qué Karito?
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